La olla a presión Tempo en acero inoxidable de Lacor nos permitirá reducir los tiempos de cocción: ahorra tiempo y energía, mantiene todo el sabor y las propiedades de los alimentos.
Las ollas a presión son una herramienta fundamental para la cocina moderna: muy prácticas, nos permiten cocinar en menos tiempo y con todo el sabor. Reducen el consumo energético sin reducir el aroma ni las propiedades de los alimentos, conservando sus vitaminas y minerales.
La olla a presión de la serie Tempo de Lacor, de diseño sencillo y atemporal, está fabricada en acero inoxidable 18/10 (aleación con 18% de cromo y 10% de níquel, con mayor resistencia que el acero inoxidable convencional), material no poroso que no transmite sabores extraños a los alimentos.
Para mejorar su rendimiento la olla a presión Tempo cuenta con un fondo difusor tipo sándwich, formado por 1 capa de aluminio entre 2 capas de acero: la perfecta difusión del calor permite una cocción uniforme dentro de la olla además de reducir el tiempo y el consumo energético.
La olla a presión Tempo de Lacor se vende en 3 capacidades: 4, 6 y 8 litros (puede Vd. seleccionar la que le interese en el desplegable al lado de la fotografía). Para ayudarle en su elección le indicamos las medidas correspondientes:
4 litros: diámetro 22 cm, alto 12 cm
6 litros: diámetro 22 cm, alto 16 cm
8 litros: diámetro 22 cm, alto 19,5 cm
La olla a presión Tempo es apta para cocinas de gas, eléctricas, vitrocerámicas y de inducción.
La válvula de la olla Tempo permite seleccionar el nivel de presión desde 0 Bar (cocción lenta) a 0.9 Bar (cocción rápida), dependiendo de los alimentos a cocinar: vegetales y pescados cocerán mejor con baja presión, mientras que para carnes, legumbres, arroz... es recomendable cocinar a máxima presión (0.9 Bar).
Además el interior de la olla a presión Tempo ofrece una escala en litros con marca de mínimo y máximo para controlar su llenado.
La reducción de tiempo con la olla a presión Tempo respecto a la cocción tradicional puede suponer hasta un 70%; con alimentos que requieran largos periodos de cocción puede ahorrar hasta un 60% de energía, mientras que el ahorro con alimentos que necesiten un periodo corto de cocción puede suponer un 30 o 40%.
